En estas ruinas de la Abadía de Fountains (siglo XII) hemos estado por lo menos media docena de veces, sin embargo, siempre que vamos por la zona no nos resistirnos a visitarlas nuevamente.
Son unas ruinas bucólicas que tienen la propiedad de infundir paz y serenidad, además poseen una belleza paisajística romántica admirable.
El lugar elegido por los monjes cistercienses es extraordinario, se trata de un pequeño valle, surcado por un riachuelo, el Skell, que les proporcionaría el agua necesaria, piedra para la construcción de su monasterio y pastos para su ganado.
Sería durísimo vivir en el lugar, ya que es una zona con clima muy frío y lluvioso, pero fue elegido por otros motivos: el aislamiento y poder seguir estrictamente las reglas de su orden, ascetismo, rigor litúrgico, trabajo manual,…
El lugar es idílico, ideal para trabajar tranquilos y vivir en contacto con la naturaleza y lo más importante, un sitio ideal para orar.
En total 3 millones 200 mil m2 (320 Ha) de terreno, una cifra mareante. El mapa y del lugar y plano de la abadía.
Esta abadía está cerca de Ripon, Harrogate, pequeña ciudad con más de 1.300 años de antigüedad, que actualmente tiene unos 16.000 habitantes y cuenta con una preciosa catedral, situado al Norte del condado de Yorkshire. Quizás os suene Ripon, porque está cercano a «Downton Abbey» donde se sitúa la película.
He colocado una vista aérea de internet para poder hacernos con más facilidad una idea de las dimensiones de la abadía y de la belleza de su enclave.
La visita puede durar un día entero si se quiere recorrer en su totalidad, porque además de impresionante es enorme. No exagero, 320 hectáreas (3 millones 200 mil m2) es una perfecta combinación entre paisajismo, arquitectura e historia (jardines ingleses).
En este mismo territorio los monjes construyeron un molino en la misma época (s. XII) que utilizaban para elaborar harina y que actualmente está en uso, siendo uno de los más antiguos de Europa. Se pueden visitar y admirar sus instalaciones.
En el interior de este conjunto destaca la larga serie de edificios monásticos, como puede ser el dormitorio de los legos. Para dar un paseo virtual explicado por la propiedad pincha aquí.
Fundada en 1132 la Abadía estuvo operativa durante 400 años, hasta que en 1539 Enrique VIII ordenó la disolución de los monasterios. Actualmente se considera como la mayor y mejor conservada ruina de un Monasterio Cirtenciense de Inglaterra.
Un dibujo antiguo.
Si os fijáis en la foto de abajo, se puede comprobar la altura de las columnas comparando con la persona que las admira.
Fueron 13 los monjes que vinieron a este lugar después de una discusión en la abadía de York, donde vivían con anterioridad, debido al distinto concepto de austeridad que tenían con el resto de compañeros.
La nueva abadía fue fundada en 1132, los monjes cirtercienses que se separaron tuvieron la protección del arzobispo de York para fundar aquí un centro más devoto, más austero.
En aquel tiempo este lugar estaba completamente salvaje, a pesar de lo cual el paraje les pareció ideal, tenía río, pastos y piedra en los alrededores para construir, por lo que se pusieron a levantar su abadía.
La Abadía fue abandonada a su suerte tras la disolución de monasterios de 1539. El complejo monástico fue adquirido en 1768 por la familia Aislabie, dueños de otra propiedad vecina.
Si queréis dar un bonito paseo por ella, aquí podéis.
Ahora pertenece al National Trust, que se encarga de su mantenimiento y se puede visitar.
Al haber mucha superficie acuática viven muchas aves en la zona. Podéis ver un par de fotos del molino, que funciona y uso y también se puede visitar.
Otras construcciones dentro de la propiedad son: la Iglesia de Sta. María, una pieza gótica victoriana, la mansión de Elisabeth, así como Fountains Hall, construída en gran medida con piedras de la abadía.
También tiene un parque con ciervos, aunque nosotros no llegamos tan lejos ya que no teníamos todo el día y además llovía algo.
La construcción de abajo es la llamada Fountains Hall, que por cierto es preciosa y la última foto es de su interior que se encuentra sin amueblar.
Esta mansión pasó a ser propiedad de la familia Messenger. Tuvo varios propietarios más y en algún momento fue usada como almacén de granja. Afortunadamente se pudo rescatar a tiempo y fue restaurada y modernizada entre 1928-31. Los duques de York, más tarde rey Jorge VI y la reina Isabel la han visitado en alguna ocasión.
Hice un par de fotos del seto que la rodea, porque es muy curioso, va haciendo curvas y está perfectamente podado.
En estas dos interesantes fotos de abajo, encontradas en internet, podéis ver la mansión en la época actual y en 1830.
Esta casa fue construída por Stephen Proctor entre 1598-1604, en gran parte con piedras extraídas de las ruinas de la Abadía. Su arquitectura es un bonito ejemplo de la época isabelina.
Esta última foto es del salón que hay en el interior, que como dije está sin amueblar.
Recuerdos de adolescencia